viernes, 23 de noviembre de 2007

El cajon de sastre que unos llaman amor y yo mierda.

Bienvenidos al mundo pobres niños llorones. Aprendisteis de la televisón los divorcios, la falta de escrupulos la voluntad arrolladora y el amor. Y de todo ello aprendisteis lo mismo. Una mierda. Aprendisteis como debe ser el amor, buscais lo que os enseñaron sin fijaros en el mundo. Sufristeis daños y desengaños, y lo unico que pudisteis decir fue: el amor no existe. Pero cada vez que alguien os gusta decis amarlo locamente. Cada vez que empezais va a ser para siempre y cada vez recordais que nada dura. Pero aprendisteis una cosa muy bien de los principios morales de la sociedad: Tu eres tu y cualquiera que intente cambiarte es malo. Cuando relamente el amor se base en un tira y afloja de partes y posturas. Quereis lo que no teneis y cuando lo teneis lo despreciais. Y yo muchas veces tampoco me libro. Pero esa filosofia de falta del amor tiene otra consecuencia. Que ya pocos creen en el y lo buscan realmente. Vivimos en la epoca de los chicos romanticos desolados y los chicos cabrones ignorantes. Las nuevas subculturas goticos, emos y otras viven un amor sin esperanza. Pero sin ser capaces de hacer nada por que esto cambie, pues estan tan aferrados a su propia desgracia.Que no saben dar de si mismo lo necesario para poder cambiarlo. Quzas en muchos casos ni quieran. En mi tiempo vital he conocido a algunas personas que buscando con desespero el amor siempre lo encontraban en aquellos que no podian tener. Pero de ellas la persona que mas en hondo me llego posiblemente fue una chiquilla a la que yo mismo quise.. Su problema y ventaja es haber sido criada por la television. Esto creo un autentico sentimiento de amor, pero sin posibilidad de autocambio. Creo la busqueda pero creo la imposibilidad. La imposibilidad de un solo golpe se formo en sociopatia y la sociopatia en transtorno demonopatico de doble personalidad. Todo esto se traduce en alguien que siempre cree obrar bien, que no puede amar pero lo quiere desesperadamente pero su cerebro se empeña en que no debe hacerlo de tal manera que si tiene la posibilidad de conseguir lo que quiere puede llegar a generar un doble personalidad transitoria que se ocupa de que su vida vuelva a su miserable ser. Y aun sabiendo quien la puede ayudar es imposible para ella conseguir aprender de ello. Quizas sea el caso mas extraño que en mi corta vida me he encontrado

"Amar, no son palabras, ni sufrir, ni perder, ni creerte ganador. Si un sentimiento fuera un universo, las palabras que intentasen definirlo serian solo flores, nada más que adornos"

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